Identificar los alimentos y porciones adecuados para tu día a día.
Comer de manera apropiada en base a tus objetivos.
Seguir una dieta personalizada adaptada a tus gustos, preferencias, actividad, horarios, disponibilidad para la cocina...
Mejorar o prevenir déficits nutricionales (ferropénica, ácido fólico, vitamina B12...).
Mejorar o prevenir enfermedades por trastornos metabólicos (obesidad, sobrepeso, hipotiroidismo, diabetes, dislipemias, fenilcetonuria...).
Mejorar enfermedades por alergias e intolerancias (celiaquía, intolerancia a la fructosa, intolerancia a la lactosa...).
Perder grasa preservando la masa muscular.
Ganar masa muscular.
Mejorar la composición corporal y/o marcas en la práctica deportiva (especialista en Nutrición Deportiva).